miércoles, 22 de marzo de 2017

EL PSOE QUE QUEREMOS RECUPERAR PARA REGENERAR LA POLÍTICA

El estallido y perpetuidad de la crisis ha puesto en entredicho todo el proyecto social del Estado de Derecho,  ha causado una enorme regresión y desigualdad en la sociedad y generado mucho dolor entre las clases trabajadoras y más desfavorecidas, también ha puesto de manifiesto ante la ciudadanía muchas carencias o incapacidad de la política para dar una respuesta adecuada y justa. Pero lo peor de todo, es que aceptamos el análisis de la lógica del sistema afirmando que los problemas provienen de los postulados de la propia economía, cuando el problema no es tanto la economía como de las decisiones tomadas por los gobiernos y la carencia de alternativas de transición para el reparto y redistribución de la riqueza, el control social de los medios de producción y un desarrollo más sostenible y equitativo, habiendo alternativa por la izquierda que sitúe a las políticas públicas como impulsoras de progreso económico y social.

Ello ha propiciado que la ciudadanía de diversa procedencia aglutinada en diferentes plataformas, mareas o círculos, etc, manifestara un evidente rechazo no solo a las políticas aplicadas, sino al carecimiento de alternativas que propicia  el sometimiento a los mercados.

Critican que sus representantes políticos no mantengan la coherencia y formulen alternativas sólidas y válidas para el bienestar de todos, descalifican comportamientos de cargos públicos que se aferran a privilegios y eluden el control social que resultan inadecuados en los representantes de la soberanía popular.

Es una llamada de atención que los socialistas no nos podemos permitir y ante la que es indispensable reaccionar desde los valores históricos del socialismo democrático, planteando las alternativas e iniciativas que sintonicen nuevamente con la mayoría social que rechaza privilegios, que piden transparencia y control frente a la imposición de los poderes opacos y de los intereses de los poderosos. Quieren que se aclaren responsabilidades sobre las decisiones y gestiones de las entidades financieras y otros ámbitos causantes de la crisis, reclaman honestidad, ejemplaridad, compromiso y rendición de cuentas a gobernantes y cargos públicos y pretenden acentuar la acción pública y colectiva para transformar la sociedad.

No seremos alternativa creíble sin recuperar el pleno sentido de la política democrática como compromiso ético y cívico con la voluntad general y el bien común, siendo necesaria una profunda rectificación en el ámbito político y orgánico para reiniciar el proyecto socialista, recuperar compromisos con la izquierda para liderar la salida de la crisis, reconstruir el Estado social y democrático que el PP ha destrozado, reafirmar los valores de la igualdad real que supone el  republicanismo y laicismo y plantear un federalismo cooperativo e integrador en la toma de decisiones y de representación en los órganos de participación y decisión interna del partido.

Tenemos que incorporar en la conciencia colectiva de la ciudadanía que para los socialistas, la transparencia y la rendición de cuentas son bases incuestionables de regeneración de la política y por ello, reconstruir el PSOE es cambiar el funcionamiento del Partido y acentuar la democracia interna en el debate y la toma de decisiones, con más autocrítica, confrontación interna de ideas y posiciones, contrastes de alternativas para que desde la pluralidad de sensibilidades y propuestas conformar el proyecto convergente y la estrategia de equipos y liderazgos y para eso deben de jugar un papel indispensables las “casas del pueblo”.

Las fuertes derrotas electorales desde 2011 ponen en cuestión una de las bases principales de la actual Gestora (dirección), -que el PSOE no puede ser solo un partido de cuadros-, sino que debe seguir desarrollándose en/y con su origen obrero y de lucha de las clases populares por la igualdad, la libertad y la justicia social. Esta situación hace  muy necesaria la autocrítica y nos sitúan ante la enorme responsabilidad de reconstruir la socialdemocracia y la izquierda y la recuperación de nuestros valores e identidad, de reformular nuestro proyecto socialista, de renovar equipos, proceder al relevo de dirigentes y de cambiar profundamente el funcionamiento de nuestro Partido para abordar nuevos tiempos, nuevos retos y liderar alternativas de progreso social y económico.


Recuperar la credibilidad de la sociedad en el PSOE, nos debe obligar a actuar en coherencia entre ideología y praxis en la línea de la declaración de principios y valores socialistas, trabajar por la acción transformadora de la política para el bienestar y el progreso de la gente y reconocer que estamos en el umbral de un cambio social con nuevos paradigmas de representación y participación ciudadana, por lo que no podemos estar ausentes de las reivindicaciones que expresan muchos de los grupos y plataformas cívicas, a las que hemos de exponer nuestras iniciativas, sugerencias y en muchos de los casos, trabajar con ellas y asumir sus propuestas.

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