domingo, 1 de mayo de 2016

IS PSOE Andalucía, ante los datos de la EPA

Los datos de la EPA para Andalucía  en el primer trimestre del año, son relativamente buenos si se comparan con el conjunto de España y se excluyen las características estacionales del mercado laboral andaluz respecto al conjunto del Estado.

Es buena noticia que el paro haya descendido en 9.100 personas, sin embargo y debido a la estacionalidad referida de nuestro mercado laboral, no es posible abordar una serie anual completa de caída del paro, además de que el comportamiento de la caída del paro está directamente vinculada a la caída de la población activa -14.200 personas menos-  y al inicio de los Planes de empleo puestos en marcha por la administración andaluza.

Es un hecho contrastable que baja el paro pero no se está recuperando el nivel de empleo que había antes de la crisis. Produciéndose dos realidad que no pueden obviarse. Por una parte, que cada vez son más las personas paradas de larga duración y mayores de 45 años sin ningún tipo de prestación y el resto de personas paradas con menor cobertura por desempleo que en 2010. a estas personas, la EPA de forma reiterada les está trasladando ala idea de que no vana a tener oportunidades para reincorporarse al mercado de trabajo, que van a carecer de oportunidades a su actividad laboral. En segundo lugar, que el empleo que se genera en muchos casos, obedece a los Planes de Empleo puestos en marcha por las administraciones y por las políticas activas de incentivos fiscales a las empresas o, los trabajadores y trabajadoras empleadas son demandantes de Renta de Inserción como consecuencia de que los salarios de los empleos creados son tan limitados que tienen que ser complementados con otras prestaciones en el mejor de los casos.

Esto nos lleva a concluir, que el empleo que se está generando es además de precario, financiado por los propios trabajadores y trabajadoras con nuestros impuestos. Eso sí, la rentabilidad del rendimiento del trabajo queda íntegramente en el bolsillo de los/as empresarios/as. Por tanto, no hablamos de generar empleo de calidad, sino de extender la precariedad y subsidiariedad del empleo como forma de crecimiento.